La Escuela de Segunda Oportunidad, un modelo para combatir el fracaso escolar temprano

El abandono escolar temprano es un problema social, en la medida en que está asociado a situaciones de exclusión que se agrava aún más cuando la desmotivación se convierte en un factor determinante. En este escenario, las Escuelas de Segunda Oportunidad (E20) se plantean como una alternativa educativa eficaz para aquellas personas que han abandonado los estudios a edad temprana. Así lo demuestra el estudio ‘Un modelo alternativo a la formación reglada: Las Escuelas de Segunda Oportunidad’ desarrollado por la Asociación Arrabal-AID y el área de Trabajo Social y Servicios Sociales de la Universidad de Málaga.

En la presentación de resultados a cargo de los profesores Almudena Macías y Rafael Arredondo, del departamento de Psicología Social, Trabajo Social y Servicios Sociales de la Universidad de Málaga, junto a Gema Burell, responsable de Estrategia y Propósito de la Asociación Arrabal AID se ponía de manifiesto como el perfil mayoritario de alumnado de estas escuelas responde a una mujer de 27 años de nacionalidad española. La causa principal de abandono es la desmotivación y desinterés (29,5%) seguido por las dificultades familiares (25,3%), aunque entre las mujeres este factor ocupa el primer lugar. Las dificultades de aprendizaje constituirían el 15,8% de las causas de abandono y el motivo laboral un 11.6%.

Las razones para volver a retomar los estudios se sitúan principalmente en “la superación personal”, seguido por el aspecto laboral, dada la necesidad de un encontrar un empleo y contratos con mayor calidad en cuanto a estabilidad y salario. La edad media de retorno se sitúa en los 26, encontrándose aquí una diferencia de 10 años entre hombres y mujeres, que comienzan en torno a los 20 y 30 años, respectivamente.

Entre los puntos fuertes del modelo de Escuela de Segunda Oportunidad destaca la atención personalizada y la flexibilidad del formato, que combina acciones online con la asistencia presencial, aunque éstas últimas son las preferidas. Según el estudio, el contacto físico resulta fundamental en el desarrollo de estos programas, destacando la importancia del vínculo personal con el equipo técnico de referencia sin el cual no es posible avanzar con los elementos formales de los programas. El éxito de la E2O trasciende el aspecto académico-laboral que incide en aspectos como autoestima y bienestar de las personas y sentimiento de pertenencia a un grupo.

En su intervención Arredondo valoró la trasferencia de conocimiento que se ha producido entre el ámbito social y académico que han trabajado de forma coordinada durante la investigación cuya metodología giró a través de cuestionarios y grupos de discusión donde participaron entidades sociales Fundación Don Bosco, Asociación Cívica para la Prevención, Asociación DOSTA el IES Pérez de Guzmán (Escuela de Adultos) o el Centro de Inserción Sociolaboral Anide XIII junto a la Asociación Arrabal-AID.

El acto de presentación del estudio contó con la participación de Isabel Jiménez, vicerrectora de Igualdad y Acción Social de la Universidad de Málaga; Francisco Javier Serrano, director general de Personas Mayores, Participación Activa y Soledad no deseada de la Junta de Andalucía; María Lozano, secretaria general de la delegación de Desarrollo Educativo y Ruth Sarabia, delegada de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad de Málaga junto a Julio García Daza, presidente de la Asociación Arrabal AID. En sus intervenciones, Sarabia destacaba la unión de la Administración, el Tercer Sector y la Ciudadanía, entre los que destacan los futuros profesionales de las ciencias sociales, para recuperar a los y las jóvenes, adaptar los contenidos para favorecer el retorno educativo así como la capacidad de generar acciones de empleabilidad relacionada con sus estudios, para favorecer su motivación.

Enlace a la investigación completa: https://riuma.uma.es/xmlui/handle/10630/25233

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