La Escuela Social que impulsan Arrabal-AID y la Junta de Andalucía reúne a una decena de prácticas innovadoras en Servicios Sociales y subraya la necesidad de investigar para lograr mayor impacto

En el marco del proyecto Escuela Social: Innovar y educar para transformar la realidad de las personas que coordina la Asociación Arrabal-AID con el apoyo de la Consejería de Inclusión Social de la Junta de Andalucía y la financiación del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, una decena de profesionales y especialistas en intervención social procedentes de diferentes puntos del país se han reunido en el Museo de Málaga en las jornadas denominadas Prácticas Innovadoras en Servicios Sociales cuyo objetivo no es otro que dar a conocer experiencias novedosas para la intervención social con personas vulnerables, facilitar la transmisión de conocimientos dentro de los Servicios Sociales y plantear ajustes al actual sistema de protección social para hacerlo más eficaz y acorde a las necesidades identificadas. Entre las conclusiones, la necesidad de reforzar la investigación, implementar metodologías y medir los resultados para multiplicar el impacto de toda intervención social.

Trabajadores sociales y demás profesionales del ámbito de los Servicios Sociales, vinculados tanto a las administraciones públicas como al tejido empresarial así como entidades del Tercer Sector, emprendedores sociales y estudiantes de educación e integración social se reunían en un foro con un tono desenfadado  “que se caracteriza por su carácter ameno y verdaderamente práctico, un punto de encuentro para descubrir distintas experiencias que están generando un cambio social y causan un impacto positivo en la vida de las personas”, según la responsable de Innovación Social de Arrabal-AID, Marga de Bran. En la misma línea, la delegada territorial de la Consejería de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad, Ruth Sarabia animaba a repensar la forma de actuar para resolver las necesidades ciudadanas y agradecía el esfuerzo de quienes se lanzan a hacer las cosas de otra manera para ofrecer soluciones innovadoras, de ahí la importancia de “descubrir buenas prácticas que se puedan replicar en distintos ámbitos para mejorar la vida de las personas”. 

La periodista Celia Bermejo moderaba el panel la Innovación Social desde las Instituciones Públicas en un diálogo con José Manuel Ramírez, jefe de servicio de Acción e Inserción Social de la delegación territorial de la Consejería de Igualdad en Málaga, quien exponía las acciones innovadoras en el marco de los servicios sociales que se están desarrollando a través de las convocatorias de Proyectos Piloto y Transformación Digital; Susana Castanera, alcaldesa de Allo (Navarra), quien presentaba el proyecto de centro polivalente para el envejecimiento activo “La Bodega”, finalista en los Premios Europeos a la Innovación Política; y Julen Etxebeste, cofundador de la Asociación Humani e impulsor de innovación social en calidad de directivo, emprendedor, formador, cooperante y consultor en España y países como Brasil, Honduras, Mozambique, Malawi o Senegal.

Tras esta visión general de cómo la innovación social puede afectar a distintos campos y ofrecer nuevas respuestas a problemas sociales pendientes, las jornadas se centraban en dos aspectos concretos de intervención: La atención al envejecimiento y el binomio empleo-emprendimiento para favorecer la inclusión social. En el primero de estos paneles temáticos intervenían Mónica Ramos Toro, doctora en Antropología Social, y coordinadora técnica de la Universidad Permanente de Cantabria (UNATE) que cuenta con cuatro áreas de intervención (Derechos Humanos y Envejecimiento Activo, Mujer, Mayor Soledad No Deseada y Cuidados); María Rodríguez, técnica del proyecto ‘Talleres para la Promoción de la Autonomía y Prevención de la Dependencia’ en la empresa Atende Servicios Integrados, iniciativa merecedora delPremio Andalucía +Social a las buenas prácticas en materia de Dependencia por lograr un envejecimiento activo, y prevenir la dependencia en Almería; y Francisca Vergara Leiva, agente de Innovación Local en el Punto Vuela Guadalinfo de Almogía desde donde trabaja por acercar las nuevas tecnologías y dispositivos inteligentes a las personas mayores, fomentando un aprendizaje adaptado a cada persona y un acompañamiento adecuado a las distintas necesidades.

En cuanto al eje empleo-emprendimiento la jornada contaba con la experiencia de Oliva Carrión, técnica de Igualdad e Innovación Social en La Noria de la Diputación Provincial de Málaga, un centro de innovación social que con el respaldo de la Fundación la Caixa impulsan distintas iniciativas de emprendimiento que repercute positivamente en las personas; Julio García, presidente y referente del área de Especial Vulnerabilidad en la Asociación Arrabal-AID, quien presentará el proyecto Women Living Lab que ofrece a mujeres con diferentes dificultades un itinerarios personalizado con talleres de habilidades prelaborales y formación específica para mejorar su empleabilidad; y Raúl Pérez, responsable del proyecto “Avanti Mamis”, ganador del VIII Premios de Fundación La Caixa a la Innovación mediante el que se busca construir una sociedad más justa e igualitaria a través de acciones sociales, educativas, culturales y de inserción sociolaboral.

La Escuela Social: Innovar y educar para transformar la realidad de las personas pretende generar un espacio de innovación, formación, investigación y transferencia de conocimiento con el doble objetivo de mejorar la gestión de los servicios sociales y contribuir a una mayor capacitación de las personas en situación de mayor vulnerabilidad, de modo que se conviertan en las protagonistas de su proceso de transformación social. Para alcanzar estos retos tiene un papel predominante un Grupo Motor formado por profesionales del ámbito comunitario de Málaga y Chiclana de la Frontera (Cádiz), emprendedores sociales, docentes de la Universidad de Málaga, representantes de tejido asociativo y personas beneficiarias de las políticas sociales.

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