#EmprendimientoSocial: El mundo pertenece a quien se atreve.

José Antonio Naveros, Presidente de la Asociación Arrabal-AID, comparte para en el portal de la Youth Business Spain su visión de la situación actual del emprendimiento desde el ámbito social, así como recursos y ejemplos de jóvenes emprendedores/as:

Cuando nos referimos a emprendimiento social, podemos hacerlo desde varias perspectivas. Depende de quién y en qué ámbito se utilice la expresión puede estar refiriéndose a formas muy distintas de emprender. Podemos poner el foco en el impacto social del emprendimiento, en la forma de organizar los recursos o incluso en la ausencia de ánimo de lucro… En cualquier caso, podemos convenir que cualquier emprendimiento social contiene una serie de elementos comunes: el aporte de valor, el uso de principios y herramientas empresariales, proporcionar soluciones innovadoras a problemas sociales que además favorecen un cambio social.

Son muchas las voces que reclaman en nuestro país una figura jurídica y una regulación específica de las empresas sociales. En el año 2013, ya se presentó una iniciativa parlamentaria para regular la figura del emprendedor social, darle cobertura legal e incentivar este tipo de emprendimientos. Desde entonces, solo hemos visto algunas tímidas propuestas en planes de fomento del empleo y desarrollo económico que apenas han ayudado a que se potencie desde el sector público el emprendimiento social. Ni las comunidades autónomas ni los ayuntamientos tampoco han ayudado como debieran al fomento de este tipo de emprendimiento, quedándose en la mayoría de los casos en discursos de buenos propósitos.

Y es que cada cual desde sus competencias puede hacer mucho por fomentar el emprendimiento social. Incluir cláusulas sociales y reserva de mercados en los concursos, adjudicaciones o compras públicas, fomentar las finanzas éticas y las microfinanzas, impulsar redes y mercados sostenibles, avanzar en la colaboración público-privada y desarrollar el cuarto sector son algunas de las medidas que podrían tomarse para fomentar el emprendimiento social. Programas de avales, microcréditos sin necesidad de otro tipo de respaldo, fomento de sociedades de garantía recíproca, sociedades de capital riesgo, business angels o Family, Friends and Fools son algunas de las herramientas que podrían aplicarse para consolidar el emprendimiento social de una vez por todas.

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