Cuando pensamos en un festival de cine, ¿qué se nos viene a la cabeza? Alfombras rojas, posados, grandes vestuarios, una ristra de cámaras y periodistas, enormes focos y lujosos escenarios. Sin embargo, hay festivales de cine (o de cortos en este caso) que se salen de lo habitual, de la norma, que nos sorprenden y que son mucho más especiales de lo que parecen a simple vista. Por eso Alhaurín en Corto no es un festival cualquiera. Y eso lo supo enseguida Daniel Chamorro, director del cortometraje El libro de Mario, galardonado por el voto del público interno del Centro Penitenciario de Alhaurín de la Torre.
Lo cierto es que Chamorro no había oído hablar antes del certamen, por lo que fue su distribuidora, LINE UP, quien envió la obra: “Realmente venía con ganas de conocer el festival y a los directores”, reconoce. Pero lo que encontró superó cualquier expectativa: un público entregado, emocionado y profundamente conectado con las historias proyectadas.
“Me gustó lo apasionado del público con las obras. Creo que el festival es una muy buena iniciativa”, asegura. Y no lo dice por cortesía. Durante las proyecciones, hubo un momento que le marcó: ver cómo los internos se emocionaban con su historia. “Sentirles emocionarse con El libro de Mario fue mi momento favorito”, confiesa. Cuando su corto fue anunciado como el más votado, el cineasta confiesa que se quedó en shock. “Había obras muy buenas. Se puede ver en las fotos”, comenta entre risas. Para Chamorro, el coloquio posterior fue el cierre perfecto: “Me gustó mucho en general todo el evento”.
Un año después, el reconocimiento sigue teniendo eco en su trayectoria. “Los premios siempre se agradecen, y te dan autoestima para seguir luchando, que no es poco”, reflexiona. Y si de recomendaciones se trata, lo tiene claro: Alhaurín en Corto debería estar en la agenda de cualquier creador o creadora audiovisual. “Lo recomiendo. Es una experiencia única”. Y como colofón, su viaje desde La Mancha terminó con una zambullida en el Mediterráneo, aunque lo que realmente se llevó a casa fue algo más profundo: el recuerdo de un público que, desde la privación de libertad, encontró en el cine una vía para emocionarse, conectar y elegir.
Cuando le preguntamos, Daniel Chamorro resume su experiencia en tres palabras: “Sorprendente, excitante, único”. Como el cine cuando cumple su verdadera función: hacernos sentir libres, aunque sea durante unos minutos.
¿Tienes un corto que merece ser visto de otra manera?
Si eres cineasta y quieres presentar tu corto a la edición de 2025, Alhaurín en Corto ya ha abierto su convocatoria y busca historias que emocionen, remuevan y conecten. Si eres director o directora, esta es tu oportunidad de formar parte de un certamen que va más allá del cine. Consulta las bases y presenta tu obra antes del 10 de agosto en: https://alhaurinencorto.asociacionarrabal.org/