La Administración ha ido aprobando medidas de apoyo a los autónomos para ayudarles a paliar la crisis económica sobrevenida por causa del confinamiento. Sobre todo se trata de ayudas por cese de actividad y aplazamientos en los diferentes impuestos. En particular, los impuestos de los que se puede posponer el pago son el IVA y el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas.
En el caso del IVA, se trata del modelo 303, mientras que para el IRPF la medida afecta tanto en el caso de la llamada estimación directa, (que es el modelo 130), como en el de la estimación objetiva (el modelo 131). Se trata de una moratoria en el pago, es decir, no se perdonan esos impuestos. Los autónomos siguen obligados al pago, pero podrán hacerlo más tarde. El objetivo es contribuir a que no tengan problemas añadidos de liquidez por el pago de tributos. Y hablamos de las cuotas de la Seguridad Social y de las deudas con Industria.