Diputación de Málaga y Arrabal-AID impulsan la ganadería caprina contra el despoblamiento

Un total de nueve personas en situación de vulnerabilidad social están descubriendo el sector ganadero caprino y distintos oficios relacionados a través del proyecto Rumbo al Campo’, una experiencia de inclusión e inmersión rural caprina que la Asociación Arrabal-AID está llevando a cabo dentro del convenio suscrito entre el Centro de Innovación Social La Noria de la Diputación Provincial de Málaga y Fundación la Caixa que contempla la puesta en marcha de acciones de innovación social y emprendimiento social como herramienta para hacer frente al reto demográfico en la provincia.

 

El presidente de la Diputación de Málaga, Francisco Salado, ha visitado hoy la explotación ganadera de Sedella en la que uno de los alumnos está realizando la formación práctica, junto al propietario de la ganadería y responsable provincial de COAG, Antonio Rodríguez; el director de AgroBank de Andalucia Oriental de ‘la Caixa’, Antonio Javier Martínez Cuevas; el alcalde de Sedella, Francisco Abolafio; el presidente de Arrabal-AID, José Antonio Naveros; y los técnicos del proyecto Moisés Delgado, Juanma Micheo e Isabel Muñoz.

Salado ha explicado que este proyecto atiende las necesidades de demanda de personal cualificado en el sector ganadero, además del aprovechamiento de los recursos del territorio para su explotación sostenible y como oportunidad para el crecimiento del municipio. También ha felicitado a la Arrabal-AID por esta iniciativa, que obtuvo una mención especial en la primera edición de los Premios ‘Tu iniciativa tiene valor’ de la Diputación de Málaga. “Es una aportación de gran valor tanto para el desarrollo rural como para el crecimiento de los pueblos del interior”, ha apuntado Francisco Salado.

En la formación teórica, celebrada en las instalaciones de La Noria, se han abordado aspectos elementales de ganadería caprina. En estas sesiones, con un total de 20 horas, se han analizado aspectos específicos para el cuidado de los animales, como su alimentación y los cuidados médicos, y otros contenidos técnicos relacionados con la explotación sostenible de este modelo de negocio. Este apartado más teórico forma parte de un itinerario global donde se combina capacitación técnica, visitas a explotaciones ganaderas y centros de producción, y un total de 200 horas de prácticas en empresas de acuerdo a la experiencia y conocimientos específicos de los participantes.

En opinión de José Antonio Naveros, una de las claves de este proyecto innovador está en «encajar las distintas necesidades y dificultades de las personas en situación de mayor vulnerabilidad dispuestas a trabajar en una zona rural de la provincia y hacerlas compatibles con el funcionamiento de los centros de trabajo ganaderos y su capacidad para acoger, formar y emplear a estas personas».

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