A veces cuesta expresar en palabras lo que somos o lo que queremos hacer, cuesta encontrar los términos exactos. ¿Te imaginas haciéndolo exclusivamente a través de dibujos? Esta semana en CEO-Y nos hemos sumergido en una experiencia única de autoexploración y autopercepción a través de una dinámica creativa basada exclusivamente en dibujos. La actividad permitió a jóvenes expresar sus miedos, preocupaciones y soluciones potenciales mediante el arte visual.
La dinámica se centró en la creación de escudos personales a través de dibujos que representaran diversos aspectos de la vida personal y profesional de las personas participantes. Desde sus aspiraciones y logros hasta los temores y desafíos que podrían surgir durante la convivencia en el proyecto, cada trazo contaba una historia única.
Los y las participantes aprovecharon la oportunidad para plasmar sus emociones y pensamientos de manera no verbal, fomentando así una exploración más profunda de sus propias experiencias. La diversidad cultural en el grupo se reflejó en la variedad de enfoques artísticos y en las temáticas abordadas en los dibujos. El mismo miedo fue expresado mediante diferentes dibujos y formas geométricas, cada representación con el toque personal de cada sujeto.
Lo más destacado de la dinámica fue la posterior discusión y análisis de los dibujos, donde compartieron abiertamente sus interpretaciones y reflexiones. Este intercambio permitió identificar patrones comunes, miedos compartidos que podrían darse durante la convivencia en el extranjero y también destacar soluciones creativas propuestas por las propias personas participantes.
La actividad no solo sirvió como una herramienta de autoconocimiento, sino que también fortaleció los lazos entre los participantes al fomentar la comprensión mutua. Varias personas compartían el mismo miedo a la hora de organizar la convivencia o las tareas de limpieza. A raíz de esta dinámica, propusieron diferentes alternativas para afrontar estas situaciones.
Al finalizar la actividad, informaron sentirse más conscientes de sus propias fortalezas y áreas de mejora, lo que les permitirá abordar los desafíos de convivencia con una mentalidad más resiliente y colaborativa.
La dinámica de autoconocimiento en CEO-Y no solo ha enriquecido la experiencia individual de participantes CEO-Y, sino que también ha fortalecido la cohesión grupal, creando un entorno propicio para el crecimiento personal y profesional en este proyecto internacional.
