La violencia de género se atribuye generalmente a violencia física, psicológica o sexual, pero rara vez a la violencia económica. Sin embargo, se estima que ésta afecta a un 11,5% de las mujeres en España, siendo la tercera forma más frecuente de violencia de género en el país. Así se desprende de la Macroencuesta de Violencia contra la Mujer, realizada por el Ministerio de Igualdad donde se remarca la estrecha relación entre violencia económica y otras formas de maltrato contra la mujer. Con este contexto como referencia, la Asociación Arrabal-AID y la Fundación Nantik Lum organizaban en Málaga un encuentro técnico en el marco de los Grupos de Trabajo del Consejo Sectorial de las Mujeres del Ayuntamiento de Málaga para ahondar en su alcance real y en las repercusiones en quienes las sufren. Según la misma encuesta, el 91,2% de las víctimas de violencia económica sufrió violencia psicológica de control, el 87,1% violencia psicológica emocional, el 57,9% violencia física y el 48,2% violencia sexual.
Tania Torreblanca y Chelo García del área de Especial Vulnerabilidad de la Asociación Arrabal AID se encargaron de presentar un encuentro donde calcularon que “este tipo de violencia oculta e invisible afecta a más de dos millones de mujeres en España”. En su intervención sobre los efectos de las violencias económicas, subrayaron “la importancia de la salud financiera como herramienta de prevención”, deteniéndose en el origen de este tipo de violencia “debido a la desigualdad estructural de género, así como los roles asignados a las mujeres”. Esta exposición ofreció un espacio de encuentro y diálogo sobre experiencias, abordaje y recursos en el que participaron cerca de 40 personas entre profesionales del ámbito social vinculadas a la Administración Pública así como a organizaciones sin ánimo de lucro además de las propias mujeres usuarias, que relataron en primera persona diferentes casos y situaciones de violencia económica.
Tras ellas, Manuel Martínez, responsable del área de salud financiera, y Sara Llanos, especialista en género y encargada del programa de violencias económicas, ambos miembros de la Fundación Nantik Lum aportaron su conocimiento y experiencia al presentar los datos del Estudio Jurídico sobre Violencia Económica Nantik Lum-Universidad de Oviedo. Una forma de violencia que suele quedar en segundo plano y recibe menos atención pero supone un tipo de abuso que “priva a las personas afectadas de su autonomía financiera y su capacidad para tomar decisiones sobre su propia vida, con profundas repercusiones emocionales y psicológicas», según relataron ambos profesionales quienes detallaron también las causas más comunes de violencia económica:
Control económico: cuando el agresor ejerce un dominio del dinero de la víctima, impidiéndole acceder o conocer sus propios recursos financieros y tomar sus propias decisiones.
Privación de recursos básicos: además de tener un control económico del poder adquisitivo de la víctima, le limita el acceso a necesidades básicas como alimentos, ropa y medicamentos y le priva de servicios y oportunidades que mejorarían su bienestar y autonomía.
Prohibir trabajar o estudiar: sucede cuando el agresor intenta evitar que la mujer estudie o trabaje para que no obtenga beneficios económicos o progrese profesionalmente.
Apropiación financiera: la persona retiene o roba el dinero que la víctima gana, incluso puede llegar a abrir créditos a su nombre sin su permiso. Además, el agresor puede acumular deudas a nombre de la persona afectada o realizar apuestas con el dinero compartido.
Manipulación emocional: Fenómeno que se da cuando la persona abusiva ejerce presión emocional sobre la víctima para que gaste dinero de manera que beneficie a la otra parte, incluso si eso significa poner en peligro su propia estabilidad financiera.
Para combatir contra esta violencia silenciosa, la Fundación Nantik Lum ofrece el programa Violencias Económicas, que tiene como objetivo sensibilizar, concienciar y prevenir esta situación en las mujeres que enfrentan dificultades sociales, laborales y financieras, especialmente en aquellas con descendientes, donde la violencia económica impacta en la vida de los hijos e hijas. Esta iniciativa capacita a profesionales que trabajan con este colectivo, para que puedan reconocer y abordar situaciones relacionadas con la violencia económica. Además, brindan asesoramiento y acompañamiento integral a mujeres para evitar que sean víctimas del acoso.
Esta propuesta de ámbito nacional financiada por el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, el Ministerio de Igualdad y Fundación “La Caixa” cuenta con la colaboración de Fundación Maimona (Extremadura), Dones pel Futur (Catalunya), Asociación Alanna (Comunidad Valenciana), Aprofem (Castilla La Mancha), Fundación Érguete (Galicia) y la Asociación Arrabal-AID (Andalucía) para aumentar su impacto alcanzando gran parte del territorio nacional. “La detección temprana de estos casos aumenta significativamente las posibilidades de intervenir y eliminar la violencia de género. Es por eso que es imprescindible concienciar y formar al personal técnico de las entidades sociales para que estén preparados para intervenir tan pronto como detecten casos de violencia económica de género y patrimonial”, explicaba Sara Llanos, responsable del programa.
Del total de profesionales de Trabajo Social que han participado ya en estos programas, un 92% aseguran que el programa ha cumplido con las expectativas que tenían, y el 100% afirma estar concienciado sobre la detección de violencias económicas.