Italia ha sido el destino de una decena de jóvenes malagueños con distintas necesidades y situaciones de vulnerabilidad y exclusión social que durante 70 días ha completado prácticas en empresas ubicadas en el país transalpino para mejorar su empleabilidad así como sus competencias y habilidades prelaborales. El grupo recién llegado a Málaga participa en la iniciativa CEO-Y: Creating Employment Opportunities for Youth un proyecto diseñado por la Asociación Arrabal-AID dirigido a un total de 30 jóvenes con quienes se trabaja para contribuir a identificar su objetivo profesional, ofrecer nuevas experiencias y reforzar sus competencias profesionales mediante prácticas laborales en Europa.
Se trata de una propuesta cofinanciada por la Unión Europea y la European Social Fund Agency, a través de la convocatoria ALMA, dirigida a jóvenes entre 18 y 29 años en situación de desempleo que no cursan ninguna enseñanza reglada. El objetivo es favorecer la integración en la sociedad de todo ellos, especialmente quienes atraviesan situaciones de exclusión social, facilitando el acceso a empleo o formación.
En lo que respecta a las 8 chicas y 2 chicos entre los 19 y 29 años que han disfrutado de esta experiencia en Italia entre los meses de junio y agosto, el aprendizaje en prácticas ha estado vinculado a empresas de distintos ámbitos como programación y desarrollo web, medios de comunicación, centros de mayores, panaderías artesanales, centros de atención social e incluso invernaderos ecológicos para la mejora genética de plantas y productos sostenibles. Uno de ellos es Carlos, joven de 18 años vinculado a Fundación Don Bosco a través de la cuál conoció la iniciativa CEO-Y de la Asociación Arrabal-AID, quien tuvo claro desde el principio el impacto de este proyecto a nivel personal: “Me parecía una manera de vivir una experiencia en el extranjero que me podría servir para mi vida. No había tenido la oportunidad de vivir ni viajar a Europa de manera independiente”. Su trabajo en una tienda de agricultura ecológica de Trento lo califica de tranquilo. “Cuando llega el furgón, hay que realizar la descarga y colocar los diferentes productos, reponiendo los más necesarios”. Un aprendizaje profesional que se combina con las experiencias personales. “Me llevo haber conocido a las personas con las que estoy, pero sobre todo dos lecciones: Vivir independiente y valorar más las cosas del día a día”, expresó.
También Sephora, de 20 años, con estudios de Formación Profesional de Atención a Personas Dependientes se lleva conocimientos a distintos niveles tras su paso por esta iniciativa de Arrabal-AID en el marco de la convocatoria ALMA: «En esta experiencia he aprendido a convivir con más personas en una misma casa, gestionando mi dinero y desenvolviéndome en equipo con otras prácticas. Además, he conseguido mejorar mi nivel de italiano conociendo más a fondo otra cultura”. Sobre su futuro más inmediato, confiesa que su plan es seguir estudiando. “Quiero seguir formándome. Me he dado cuenta que me gusta el contacto con las personas mayores, también me gustaría trabajar con ellos.»
La satisfacción con la que regresa de Italia el equipo malagueño esconde detrás un trabajo coordinado de diferentes profesionales y distintas etapas de intervención que resume así el referente del área Internacional de Arrabal-AID, Juan de Lucas: “Todo comienza con la preparación previa con cada grupo antes del viaje, incidiendo en cuestiones culturales, el aprendizaje de idiomas y en su autonomía personal, con clases de cocina y economía doméstica”. A eso se suma el seguimiento técnico que desde Arrabal-AID y la entidad de acogida se realiza a cada joven durante su estancia en el extranjero, para resolver cualquier incidencia y favorecer su integración en el país; y el acompañamiento integral que se ofrece a su regreso para el máximo aprovechamiento de la experiencia. “Un equipo de orientadores establece un plan de trabajo para alcanzar las metas marcadas por cada uno, prestando apoyo para encontrar los estudios adecuados y la búsqueda de empleo. Ya son 9 jóvenes los que tienen un contrato y varios los que están realizando otras prácticas aquí o han optado a universidades y FP”, añade De Lucas.
El reto de «CEO-Y: Creating Employment Opportunities for Youth» es generar oportunidades a jóvenes en situación de vulnerabilidad social o laboral y proporcionales una experiencia de inmersión en un entorno real de trabajo en Italia, Alemania y Lituania seguido de una fase de acompañamiento a su regreso para favorecer su inclusión social y laboral. Se busca así fortalecer competencias profesionales y habilidades personal tanto para el crecimiento y desarrollo de cada joven menor de 30 años en situación de desempleo, para incorporarse con éxito al mercado de trabajo. En total, 18 meses de intervención social los que realiza la Asociación Arrabal-AID en colaboración con la Unión Europea y la European Social Fund Agency en el marco de la convocatoria ALMA, por la que se cubren a cada joven todos los gastos de viaje y estancia en el país de destino.