“Lo más importante que hemos aprendido es a seguir aprendiendo por nosotras mismas, realizando proyectos en lenguajes de programación que no habíamos visto antes. Ahora sabemos que podemos”. Esta reflexión de Carmen, una más de la veintena de mujeres desempleadas en situación de especial vulnerabilidad que ha finalizado su participación en el programa de formación intensiva en desarrollo web fullstack muestra la satisfacción de todas ellas tras finalizar el bootcamp tecnológico de la Asociación Arrabal-AID que sigue la metodología Somos F5 y el modelo pedagógico Simplon.co que funciona con éxito en más de 20 países. Un contenido esencial del proyecto que desarrolla la entidad en el marco del «Programa de apoyo a las mujeres en los ámbitos rural y urbano ideado por la Consejería de Empleo, Empresa y Trabajo Autónomo de la Junta de Andalucía con fondos europeos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
Esta propuesta innovadora busca aprovechar el auge y las oportunidades existentes en la actualidad en la ‘Málaga tecnológica’ con una demanda creciente de profesionales en el sector TIC con la intención de acabar con la brecha digital de género fomentando el talento digital diverso. Una tarea que cuenta con la colaboración de distintas compañías tecnológicas referentes como Vodafone Impact Hub, Oracle, NTT Data, Accenture, Bosonit, Onversed, 3inTech, Linkasoft y Google así como entidades sociales aliadas como Fundación Don Bosco, Fundación Somos F5 y la Asociación Factoría F5, Fundación ‘la Caixa’ o Wes Ye Tech, asociación feminista que acompaña a mujeres en su carrera profesional promoviendo una cultura educativa y profesional igualitaria en el ámbito de la tecnología.
El Museo de Málaga en el Palacio de la Aduana acogía el acto de cierre de esta formación y la entrega de diplomas que contó con la participación de Cristina Guerrero, jefa de Formación para el Empleo de la delegación territorial de Empleo, Empresa y Trabajo Autónomo; Jorge Martínez, Responsable de Madrid F5; y Julio García, presidente de Arrabal-AID. Tras escuchar las intervenciones de las alumnas, Guerrero expuso a todas ellas que “ha sido un acierto cursar esta formación” por la capacitación técnica que ha supuesto y por el complemento de las Soft Skills que incluía y se mostró rotunda al asegurar que “el mercado de trabajo os está esperando” para dar respuesta a las necesidades de las empresas tecnológicas. Por su parte, Martínez valoraba los resultados de un modelo de un modelo de Escuela Digital Inclusiva que ha formado en cinco años a más de mil personas y aseguró que “es momento de transformar el mundo digital que conocemos” y que excluye a demasiadas personas; también García exponía cómo la entidad trabaja para generar oportunidades, para que “las personas más vulnerables no queden al margen de la revolución digital y encuentren oportunidades laborales en el ámbito tecnológico”.
Con una duración superior a las 600 horas lectivas en un formato intensivo, el bootcamp ahonda en aspectos como el diseño y desarrollo front-end de webs y aplicaciones (HTML, CSS y JavaScript), el desarrollo back-end, el diseño de experiencia de usuario y prototipado o la digitalización de servicios. Su desarrollo destaca por su carácter eminentemente práctico, donde se combinan sesiones presenciales con clases virtuales, mezclando así dinámicas en aula y online, métodos deductivos de aprendizaje y orientación profesional constante. Un modelo pedagógico que se complementaba con la realización de proyectos reales para empresas y entidades sociales, masterclass de profesionales del sector tecnológico, ‘Meetups’ para reforzar el concepto de «aprender haciendo”, que convierte a las participantes en protagonistas de su proceso formativo situándolas en el centro de la acción. Una de las claves de campus digital es el acompañamiento integral a las mujeres para consolidar su desarrollo profesional y crecimiento personal, incidiendo en competencias transversales clave en el sector TIC: motivación por la tecnología, pensamiento lógico, autonomía y trabajo en equipo.